Inauguramos el mes de diciembre en el Golfo. Primer diciembre del Golfo para más señas. El primer mes de invierno es mi preferido del año. Con ese frío que te apuñala los huesos y todas esas mantas sobre tu cama. La imperiosa necesidad de abrazar a alguien y sentir su calor más sincero. Jerseys de cuadros insultantemente gruesos y fuegos crepitando alegres y destructivos en las chimeneas. Aún sin todo el imaginario navideño y sus luces parpadeantes, me declaro un amante de la navidad. Ya no por su significado religioso que para mí está muerto en mi casa y en la sociedad. Sino por lo que implica, ese consumismo completamente abusivo del que no me avergüenzo y ese helor ambiental y casero que anhelo el resto del año. El ánimo de la gente marcado por el tradicional “es solo una vez al año” que les empuja a sonreír como idiotas y fingir ser más amables de lo que en verdad son.
El Golfo por su parte no se va a empapar de ese espíritu navideño. Porque no lo necesita y porque no es capaz. Seguirá desollando personajes y recogiendo lágrimas literarias. Declaro inaugurado la etapa invernal en el Golfo. Esperemos que dure.
No hay comentarios:
Publicar un comentario