domingo, 14 de febrero de 2010

Mujeres de pega

Hoy en día, pocas son las mujeres que no se obsesionan con su propio físico y que luchan a brazo partido por cambiarlo. Bien es cierto que a todos nos gusta que alguien desconocido nos mire y nos dedique una cándida sonrisa. No obstante, ¿Hasta donde puede llegar la fijación por arrancarle a alguien una de esas sonrisas?

No existe día en el que la televisión, los anuncios y la propia gente aquejada del mismo mal nos bombardeen con la insania que provoca el "cuerpo perfecto". La publicidad muestra modelos que no se han llevado a la boca nada desde lo del muro de Berlín y la televisión idolatra a las famélicas y moribundas famosas y humilla a las que tienen un cuerpo natural y humano.  No es de extrañar que en este ambiente las adolescentes se sientan presionadas incluso impelidas a moldear sus carnes hasta la extenuación con tal de satisfacer al público que nunca tendrán.  Hacen sufrir a sus familias y a si mismas y todo porque no somos capaces de asimilar que el físico no lo es todo. Incapaces de asimilar que una mujer es más que capaz de volver loco a un hombre sin estar en su peso "ideal". Incapaces de asimilar que unos dedos que huelen a vómito, unas costillas que podrían rayar el más duro de los quesos y un trasero que ya ni existe no son las mejores armas para seducir a un hombre y avivar las envidias de las amiguitas. Pero esa es la realidad y el frivolizarla con desfiles de moda que muestran mujeres corroidas por su propia locura portando unos trapos que jamás osará ponerse nadie solo consigue poner de manifiesto nuestra bajeza como especie. Una especie que se afana por buscar lo que no puede alcanzar y ni se para a pensar en las consecuencias del trayecto.

El día a día de estas muchachas no cabe en la mente de la gran mayoría de los seres humanos. Tal vez por eso los niños no dudan en machacar al gordo de la clase o en apartarlo como si tuviera la peste negra. Pero si erradicamos y censuramos lo realmente censurable es posible que la mentalidad cambie y existan menos mujeres de cuerpos artificiales que están más cerca de la muerte que de la perfección que jamás supieron encontrar.

sábado, 13 de febrero de 2010

Seamos francos...

¿Tanto daño ha hecho Francisco Franco a nuestra memoria nacional que nos avergüenza pertenecer a esta egregia piel de toro que tanto nos ha dado? Os voy a decir lo que me llena de oprobio a mí. Lo que me da ganas de meter la cabeza bajo tierra es la gente que identifica España con la imagen de una enorme águila estampada sobre el rojo y el amarillo. Pues no señores. España es mucho más que eso. España es un país con mucho que contar, mucho que dar y nada que pedir.

Nuestra historia está repleta de epopeyas dignas de recordarse en pro de la libertad. Desde su fundación hasta sus tiempos actuales Hispania tiene más de un episodio que a los coetáneos pobladores de la península les hincha el corazón de orgullo. Los españoles fuimos los primeros en unirnos bajo una bandera simbólica contra el terror napoleónico sin apoyo militar. Los españoles plantamos cara al pirata otomano en Lepanto y combatimos al oportunista franco en Rocroi. Pero ahora, la bandera española es signo autoritario y quien la cuelga de un mástil un déspota. Pues déjenme decirles algo señores anti-españolistas. No soy un facha, no soy un aniquilador de la libertad ni el azote de los derechos humanos y sin embargo amo a mi patria. Amo a un país que aunque no siempre fue perfecto luchó con valor y nunca retrocedió por aquello que creía y que, incluso abandonado y sableado por cientos de enemigos continuaba guardándolo. Ustedes aman a Francia y a cualquier otro país que huya del ideal español. Con cínica voz censuran a quienes osen entonar el himno. Solo hablamos de libertad de expresión cuando nos interesa. Ustedes si que saben vivir.

Ahora la cosa es bien diferente. Ya no bebemos en damajuanas y nuestra actitud dista mucho de la valentía. Nuestra historia reciente no nos representa ni nos avala como pueblo. Sin embargo, la casta española terminará por recobrar el crédito que perdió de forma tan vergonzante y que si por gente como ustedes fuera, no habría tenido jamás. Es lo único que deseo que vuestras hipócritas mentes recuerden. La sangre hispánica continuará corriendo por mis venas y la dejaré manar si con ello consigo que la bandera no pierda su regio color.

Papi ha vuelto

He retornado. Más poderoso que nunca y con más ganas de despotricar si cabe. Sigan al golfo a ver que se saca esta vez de la manga.
Próximos temas:
-Diferencia entre español y facha
-Haiti
-Anorexia

Muchas gracias por vuestra espera e interés.

Vicente Balaguer Esteve