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Siempre he opinado que el enseñar es la hermana grosera y fea del insinuar

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No fui capaz de advertir la belleza de tus ojos hasta que se llenaron de lágrimas de abandono

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Qué difícil es pedir perdón y que fácil es errar. ¿Qué clase de macabra paradoja es esa?

Los mejores villanos de la historia del cine

Inauguro la nueva sección "culturilla general" con una recopilación de los mejores malos de película. Los antagonistas son aquellos que dan riqueza al personaje y les avocan a las situaciones donde cautivan al espectador. Por consecuencia, ¿Dónde estarían los personajes principales sin su negativo? En esta época de cine tan puta que vivimos en el que solo se hablan de remakes, de adaptaciones y de las ideas puras jamás se supo, quiero recordar que el cine tuvo su época dorada y murió dejando tras de sí un legado digno de rememorar. Sin más dilación ni demora, les presento a la liga de la infamia, al convite de lo nefando, les presento a los mejores villanos de la historia del cine.


10. Le Chiffre

Si de algo se precian las películas de James Bond (aparte de mostrar carnaza femenina para parar un tren en pantalla) es de presentar un gran surtido de villanos a la altura del mejor espía del MI6. El agente 007 se enfrentó a Le Chiffre, un financiero y traficante de armas de origen francés, en la controvertida "Casino Royale". Interpretado por Mads Mikkelsen, Le Chiffre consigue sobrecoger al más íntegro y en más de una ocasión pone a Bond contra las cuerdas. El toque siniestro y delicioso del personaje se lo otorga su afección ocular por la cual segrega sangre de forma esporádica por su ojo izquierdo. No obstante, mantiene las composturas y durante toda la película mantiene un aura sofisticada de encanto maligno que siempre ha hecho las delicias de las butacas.
El cambio de James Bond Brosnan-Craig supuso la división de opiniones entre los acérrimos de la saga. Sin embargo, hay algo en lo que todos coinciden. Le Chiffre es uno de los mejores villanos (sino el mejor) a los que se ha enfrentado el agente británico. Su habilidad con el poker, la manipulación de la mente humana y su elegancia son razones más que suficientes para figurar en esta lista.

Aparición: James Bond, Casino Royale

Frases célebres:
-“Se ha cambiado de camisa señor Bond. Espero que nuestra amistosa partida no le esté haciendo transpirar”
-“¿Cree en Dios, señor Le Chiffre?”
“No, creo en una tasa razonable de retorno”

Lo mejor: Su siniestra elegancia y su sonrisa fría como el hielo
Lo peor: El combate cuerpo a cuerpo no es su fuerte, como demuestra en la escena del hotel.



9. Freddy Krueger

 El señor Krueger aterrorizó a una generación pasada que temía irse a dormir. Este hombre del saco moderno creó escuela dejando atrás a su predecesor, Jason Borheess. Sus afiladas garras, su cara calcinada y la sensación de impotencia que inspira le han convertido en un icono del terror contemporáneo. A nivel cinematográfico la interpretación de Krueger no deja mucho espacio al talento por lo que está muy por debajo en mi lista. Sin embargo, la historia del personaje es digna de la mejor mente y sus sádicos métodos te introducen en un mundo de pánico del que te costará huir. Para aquel que no lo sepa, Freddy era un hombre al que le gustaban demasiado los chiquillos. Un día, los padres de Springwood se toman la justicia por su mano y deciden achicarrar vio a Krueger en un almacén abandonado. Desde entonces, el recordarlo significa morir. La cancioncilla terrorífica que cantan las dulces niñas es el preludio de la peor pesadilla que jamás imaginaste pues morir en el sueño significa morir en la realidad. Freddy usa sus cuchillas para torturar a nivel físico y psicológico a sus víctimas y hace gala de ello a lo largo de una extensa saga de películas.

Aparición: Pesadilla en Elm Street y Freddy VS Jason

Frases célebres:
“No te voy a hacer ni un solo rasguño…”
“El cerebro aguanta unos minutos despierto aunque el cuerpo haya muerto. Nos queda tiempo para jugar”

Lo mejor: El ser un icono del terror moderno lo dice todo
Lo peor: A partir de la segunda película se convierte en un payaso. Perdiste tu esencia Freddy, asúmelo.


8. Amon Leopold Goeth

 La Lista de Schindler cautivó al público desde el primer minuto de película. La conmovedora actuación de Ben Kingsley aunada con el innato talento de Liam Nesson (que interpreta a Schindler) hicieron de la lista un largometraje digno de ser recordado. Pero yo soy un admirador del lado infame de la vida y ninguna película puede llegar a nada si el villano es un patán. La Lista consiguió encumbrar a Amon Leopold Goeth como uno de los malos más repugnantes y degenerados de la historia de la pantalla grande. Quizás lo más espeluznante del personaje es que existió y Ralph Fiennes solo se encarga de encarnarlo de forma magistral. Amon Goeth gustaba de cazar a los judíos del campo de concentración de Plaszow con un rifle desde su balcón mientras se fumaba un cigarro cada mañana. Esta nefanda costumbre se ve reflejada en la cinta en una de las escenas más inhumanas del cine. Por su crueldad, por su falta de humanidad, por el hecho de que fuera real y por su inestabilidad, Leopold Goeth se acomoda en el octavo trono.

Aparición: La lista de Schindler

Frases célebres:
“Te perdono”

Lo mejor: Su maldad pura y su desprecio por la vida humana hacen del capitán de las SS un villano a temer.
Lo peor: Sus momentos de flaqueza moral

7. El agente Smith

 Los agentes de Matrix tienen algo que la mayoría de los malos no tienen: invencibilidad. No hay forma de escapar de ellos. Si los eliminas, reaparecen a tu lado para seguir pateando tu culo virtual. No obstante, prescinden de algo muy importante. No tienen personalidad ni carisma alguno. Son programas de seguridad que se limitan a repartir panes con gesto ecuánime. Es aquí donde entra nuestro amigo el agente Smith. No solo resulta implacable sino que luce un carisma aterrador del que pocos villanos hacen gala. Su paso por las películas amarga a Neo más que ningún otro. Los diálogos que tiene con Morfeo y los protagonistas no tienen precio y la interpretación de Hugo Weaving pone el broche de elegancia a este sobresaliente personaje.

Aparición: Matrix, Matrix Reloaded y Matrix Revolution

Frases célebres:
“¿No lo siente señor Anderson? Cerniéndose sobre usted... yo sí. Lo cierto es que debo agradecérselo, al fin y al cabo fue su vida la que me enseñó el objetivo de toda vida. El objetivo de la vida es acabar”
“¡Éste es mi mundo, mi mundo!”

Lo mejor: Resulta aterrador su poder que va in crescendo a lo largo de la saga.
Lo peor: El hecho de que se multiplique no gustó a muchos fans. Incluido un servidor.

6. John Doe

A muchos este nombre les parecerá vacío e insignificante. Sin embargo, se trata del asesino en serie de la película seven que dedicó su carrera a ajusticiar a una serie de víctimas en función del pecado capital del que él les culpase. A pesar de no aparecer hasta los últimos minutos del metraje, Kevin Spacey ofrece una gran interpretación como un sádico y torturado asesino que hará lo que está en su mano por culminar su obra. No soy un revienta finales así que les dejo en la mano ver esta impresionante película. Cuando lleguen al final sabrán por qué John Doe se coloca la sexta corona.

Aparición: Seven

Frases célebres:
“La venganza es necesaria, que estalle... la ira”

Lo mejor: Lo sádico que resulta su proceder y su capacidad de anticiparse al movimiento de su enemigo.
Lo peor: La aparición de John Doe en la película es efímera.


5. Darth Vader

 Rompo una lanza en nombre del cine de ciencia ficción (al que no soy muy aficionado) para dejar sitio a uno de los villanos más completos y carismáticos del cine. George Lucas creó en su saga cientos de personajes con una profundidad casi real. De los que les supones un pasado que les ha conducido a actuar como lo hacen en las escasas horas de la película. Darth Vader a lo largo de seis películas ve su alma torturada por diversas injerencias malvadas lo que le avoca al lado oscuro de la fuerza. El ser manipulado por el emperador le lleva incluso a batirse en duelo con su maestro y antaño amigo en una escena francamente emotiva y desoladora. El icono de Lord Vader como malo de película ha resistido a los tiempos y aunque se vean las películas de nuevo no resulta ridículo o desfasado. Los andares del Lord sith acompañados de la marcha imperial siguen imponiendo como en los años 70. Pero realmente lo más impecable del personaje en mi opinión es el hecho de que pruebe que cualquier persona manipulada puede sucumbir ante un camino que no le corresponde.

Aparición: Star Wars episodios III, IV, V y VI

Frases célebres:
“Su carencia de fe resulta molesta…”
“Yo soy tu padre” (por muy ridículo y tópico que suene sigue siendo un clásico)

Lo mejor: El saber que cualquiera en su situación hubiera actuado igual.
Lo peor: Que al final de la saga se raje. Menudo malo de medio pelo.


4. Hannibal Lecter

El doctor Lecter saltó de la celulosa a la pantalla con gran acogida y no es de extrañar pues la interpretación de Anthony Hopkins consigue asustar al espectador de un modo subliminal. Esto se debe a los exquisitos modales del psicoanalista que vienen cobijados bajo una sonrisa despiadada y calculadora. El doctor Lecter a lo largo de cuatro películas muestra diversas facetas de su ser a cada cual más misteriosa y atractiva. A pesar de conocerlo nunca sabemos por qué lado saldrá. Siempre tan impredecible y manipulador es un villano que asusta de verdad. Este personaje consigue lo que pocos y es repugnar y atraer a la sazón. Sus actos nos llenan de asco y terror y sin embargo, el modo en el que los lleva a cabo nos fascina. Es por ello que Hannibal el caníbal se gana el puesto número cuatro en mi lista.

Aparición: El silencio de los corderos, Hannibal, El dragón rojo y Hannibal, el origen del mal.

Frases célebres:
“¿Me avisará cuando dejen de chillar los corderos, Clarice?”
“¿Sabe cómo le veo con su bolso bueno y sus zapatos baratos? Igual que una campesina, una campesina muy bien aseada y con muy mal gusto...”

Lo mejor: Inescrutable y espeluznante como pocos. Bravo Anthony.
Lo peor: El personaje se muestra puro en la primera entrega. Las secuelas y precuelas solo son para rellenar.


3. John Kramer

 El asesino de Saw, más conocido como puzle ha conseguido cautivar a una generación entera de espectadores que se jactaba de no asustarse de nada cuanto el cine le podía ofrecer. Saw llegó de la mano de sus vísceras de bovino y su sangre sintética y consiguió que la gente se comiera sus palabras. Lo mejor de esta película amén de las numerosas pruebas, es el desquiciado y retorcido John Kramer interpretado por Tobin Bell. Las siniestras cintas que deja a sus víctimas son suficientes para dejar a entrever la psicopatía del personaje. No obstante, a lo largo de la saga vemos flashbacks que nos permiten conocer más a fondo a John. Su filosofía de vida tan tajante y sentenciosa no deja títere con cabeza. Los finales de cada película siempre son fascinantes y permiten al espectador hilar acontecimientos que en apariencia no tienen relevancia.
¿Lo más aterrador de John? Su capacidad para calcular, manipular e imaginar métodos de tortura cada vez más enrevesados y repugnantes. Y es que las películas de Saw albergan las peores torturas imaginadas por el hombre más tarado. Tanto es así que la sexta entrega no fue editada en España. Gracias mojigato e incompetente ministerio de cultura.

Aparición: Saw

Frases célebres:
“Vivir o morir, tú eliges”
“Quiero jugar a un juego”
“Matar siempre es algo repugnante”

Lo mejor: Las pruebas a las que somete a sus víctimas y la profundidad del personaje
Lo peor: ¿Por qué tuviste que morir?


2. Hans Landa

El caza judíos de la película Malditos Bastardos sorprendió a todos los seguidores de Tarantino. El coronel de las SS no solo es malvado hasta la médula sino que disfruta de ello. Considera a los judíos una raza inferior que merece ser ajusticiada y su deber es un honor. Sus habilidades detectivescas sobrecogen al espectador. Viendo la película sabes que Hans Landa es un ser inteligente. De los que nunca sabes cuánto o qué saben sobre los demás personajes. Su frialdad y su pura maldad le convierten en uno de los mejores villanos de Tarantino (y eso es mucho decir). La interpretación de Cristoph Waltz fue una revelación para todos pues no es de origen americano. En principio el papel era para Leonardo Dicaprio pero Tarantino se decantó por Waltz (Gracias Quentin) que terminó por convertirse en lo mejor de la película.

Aparición: Malditos Bastardos

Frases célebres:
“Au revoir, Shoshanna”
“¿Acoge enemigos del estado?”
“Y para la señorita un vaso de leche”

Lo mejor: Su inteligencia superior a la de cualquier personaje de la película. Su fluidez al hablar. Impone respeto como el que más.
Lo peor: En ocasiones es demasiado irritante









1.El Joker de Heath Ledger

 Heath Ledger, malogrado ex actor, consiguió encarnar al Joker como nadie lo hizo jamás. Existe la controversia Nicholson- Ledger que pone en tela de juicio la proeza de este Joker moderno. En mi opinión tiene una fácil solución. Antaño el Joker en los comics era reflejado como un payaso. Un arlequín metido en el mundo del crimen y actuaba como tal. Sin embargo, el personaje cambió con los años y se convirtió en un psicópata retorcido y oscuro que es el que ahora sale en los comics modernos. Nicholson encarnó a un delicioso Joker payaso. Ledger bordó al Joker perturbado. Se dice que el preparar el papel fue lo que le costó la vida pues sus amigos decían que actuaba como el personaje, se movía como él e incluso hablaba como él. Lo que es innegable es que si lo que buscaba era un papel legendario y que no decepciona a los viejos admiradores del murciélago lo consiguió. Sus gestos, sus acciones incontrolables, sus diálogos… solo el caballero oscuro consiguió presentar a un Joker que asusta, que parece impredecible y lleno de falsedad. Al igual que muestran los comics. Pero a diferencia de los comics, el maquillaje del Joker enmascara unas cicatrices que solo se muestran en uno de los capítulos de Batman. En el “JOKER” de Azzarello y Bermejo se muestra un payaso psicópata y lleno de laberintos oscuros mentales de los que nadie puede escapar. En esta entrega, el Joker se muestra tal y como debió ser siempre. Alguien traicionero y sin honor que asusta hasta la médula. El caballero oscuro y “JOKER” son la prueba de la evolución y la cima del personaje.
Heath Ledger consiguió el óscar póstumo a mejor actor de reparto. No podría estar más de acuerdo. El legado de Ledger se rubrica con la mejor interpretación de un villano que se ha visto jamás. Oscuro, torturado, sádico y carismático. El Joker de Ledger marcó un antes y un después en las películas del hombre murciélago. Por eso y mi admiración por el agente del caos más importante del mundo del comic, el Joker se corona como el mejor villano de todos los tiempos.

Aparición: El caballero oscuro

Frases célebres:
“"Si se te da bien algo, nunca lo hagas gratis.”
“Sabes,me recuerdas mucho a mi padre. Odiaba a mi padre”
“Esta ciudad merece un criminal de mayor categoría. Y se lo voy a dar”

Lo mejor: La interpretación de Ledger que nos recordó en tiempos de escasez de talento lo que es actuar como Dios manda. Ver que el Joker ha culminado su carrera como personaje.
Lo peor: Que la película solo dure 2 horas y media.

La sexta copa

"¿Otra vez pimplando viejo?"
"Déjame en paz. Siempre vienes en el momento más inoportuno"
"No puedo evitarlo. Adoro acudir a la herida cuando más sangra"
"Si... siempre has sido así de hija de puta"
"Vamos, vamos. Tampoco es necesario faltar. Sabes que nunca te digo nada que no sepas"
"Eso no significa que me guste oirlo"
"Bueno... no estoy aquí para complacerte. Sino para recordarte toda la mierda que llevas encima"
"Como cada noche... nunca fallas a tu cita"
"No fui yo quien le fue infiel a mi mujer y ahora vive solo en un
 mugroso apartamento en las afueras. Joder, aún no entiendo como pudiste ser tan canalla. Quince años de matrimonio tirados por la borda porque no supiste mantener el pajarito en los pantalones. ¿Dónde quedó el amor eterno y las flores? ¿Dónde fue el viaje prometido al caribe? Todas las palabras de cariño que salieron de tu boca arruinadas porque eres débil. Débil y un hipócrita. ¿Cuántas veces le echaste en cara tus propios celos? Eres un fraude. Un condenado fracaso a voces."
"Cállate de una vez..."
"Oh...que pena me das. No te gusta que te recuerden que has arruinado cada atisbo de felicidad que la vida te regaló. Pues te has equivocado de camino. Quien la jode la paga. Y tú vas a morir solo maldito anciano"
"¿Te crees que no lo sé?"
"Mi deber es recordártelo. No dispares al mensajero. Espero que te supiera bien el polvo con aquella guarra. Como dijo cierta persona vivir es como dibujar sin goma de borrar. Tú rallaste todo tu folio y ahora lo intentas limpiar con lágrimas y alcohol. Eres patético. Tendrás suerte sino te prohíbe ver a los niños"
"No podrá quitarme a los niños. La llevaré a juicio"
"¿Con qué dinero?"
"..."
"Lo suponía. Anda... bébete la copa y duerme que es para lo único que sirves. Deberías colgar una soga de la viga de madera en la buhardilla y acabar con todo ¿No crees?"
"Todas las noches el mismo discurso... Ya ni me afecta"
"Tu pulso y la quinta copa en tu mano dicen lo contrario, viejo"
"Je..."
"¿Ahora te ríes? ¿Tan pronto te ha llegado la locura?"
"Me río porque es la quinta copa. Normalmente a la sexta te sueles callar. A fin de cuentas... solo eres mi conciencia"

Una sed insaciable

Yacía en mi cama, sumido en un sueño intranquilo. La tormenta eléctrica de la pasada tarde había creado un ambiente húmedo y espeso en la ciudad que podía respirarse en el interior de las casas. Concilié el sueño entre rayos devastadores y truenos ensordecedores. Tal vez fue por ello por lo que visiones horribles me abacoraban en mis oscuras pesadillas. Corría en la más completa solitud por un bosque lleno de sombras mentirosas y ramas amenazantes a priori. Las malas hierbas arañaban mis pies descalzos y me impedían correr con soltura. Corría y corría sin saber bien el por qué. No obstante, sabía que de detenerme mi destino solo podría mostrarse a los mayores de edad. Todo el follaje comenzó a perecer de pronto. Caían hojas podridas de las copas y las hierbas se metían en el suelo huyendo de la misma forma que yo. Levanté la mirada y me hallaba en mitad de un páramo desértico y plagado de muerte. Mi sueño tomó esa revelación por despedida y mis ojos se abrieron.

A pesar de hallarme en plena y consciente vigilía, mi cuerpo se negaba a moverse. Aterrorizado, intenté retorcerme en mi camastro sin el menor resultado. Con los ojos como platos comencé a escudriñar en la oscuridad de la sala hasta que comprobé relajado que me hallaba en mi cuarto. De antuvión, una sombra más negra que la propia oscuridad que reinaba en mi cuarto se alzaba a los pies de mi cama. En mis oídos comenzaron a reverberar la risa de miles de niños. Una risa tan infantil y alegre que resultaba siniestra resonando en una situación semejante. La sombra comenzó a alzarse más y más hasta alcanzar los dos metros de altura. El sudor empezó a empapar mi camiseta y cerraba los ojos con la vacua esperanza de huir de aquella pesadilla tan real. Podía notar a pesar de mis contumaces intentos como aquella sombra continuaba en la habitación resollando aquejada de alguna enfermedad respiratoria. Al parecer portaba un bastón que crujía bajo el peso de su antaño poderoso brazo. Reuní el poco valor que me quedaba en mis heladas entrañas y abrí los ojos. La sombra continuaba a los pies de mi cama balanceándose sobre su garrota. A pesar de las tinieblas, pude percibir que estaba sonriendo. La risa de los niños cada vez era más intensa y aterradora.

"¿Puedes oírlos?"

Su voz sonaba fría y cavernosa como si surgiese de dentro de un glaciar. Carente de sentimiento y de vida. Una voz diseñada unicamente para transmitir información pura y sin adulterar. La cabeza me daba vueltas. El interior de mis pantalones de pijama comenzó a empaparse de mi propia orina. Tenía la boca seca y los ojos llenos de lágrimas.

"Yo sí puedo oírlos" continuó aquel ser "Los oigo noche tras noche. Día tras día. Martilleando mis sienes y aniquilando cada esperanza de descanso que mi alma albergó en su día. No quise su muerte. La de ninguno de ellos. Solo quería mitigar ese impulso animal que en mí hervía. ¿Eso me convierte en un monstruo?"

La figura se acercó a mí y pude aspirar el aroma de la podredumbre. El hedor de la carne descompuesta y maldita.

"¿Quién decidió que no merecía saciar mi sed?" soltó el bastón y me aferró ambos lados de la cara con sus putrefactas garras "Si no puedo descansar... nadie me impedirá saciar esa sed..."

Algo en mí se activó y me revolví notando como sus manos se convertían en polvo ante mi muestra de fuerza. Las risas de los niños se disiparon junto a la sombra. Encendí la luz y en aquella estancia solo estábamos yo y mis húmedos pantalones. Las lágrimas anegaban mi rostro y los temblores no cesaban a pesar de saber que solo había sido un sueño. Me sequé la cara con el dorso de la mano y me dispuse a salir de la habitación para dejar atrás aquel nefando recuerdo pero al poner la mano sobre el picaporte tropecé con un bastón de roble corroído de la empuñadura hasta el fuste por los años y el uso de un alma que jamás encontrará su lugar.

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Aquellos recuerdos me masticaban el corazón con sus fauces y no hacían amago de aflojar la presa. No me hizo falta el suicidio para aceptar que mi vida había terminado aquel día.

Neoprostitución

Hoy, estando en el tuenti he recibido una invitación a una página. Ya sabéis... esas hijas bastardas de los grupos de facebook. Pues bien, el título era "Yo también la he chupado a cambio de un cubata" Habían la friolera de 1929 personas que alardeaban de esa hazaña.

La Real Academia Española define la prostitución como: "Actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero" 


¿Alguna pregunta?

El jinete nocturno

Como ya os tengo acostumbrados a mis actividades nocturnas os ahorraré los pormenores de las intempestivas horas a las que actualizo este pequeño espacio. Radio Insomnio para todos sus oyentes vuelve a emitir para contar un pequeño detalle que me tiene en vilo. Cierro los ojos en la plena y espesa oscuridad y mi cerebro se niega a rendirse. A pesar de lo oculto de sus intenciones y excusas, sus consecuencias están a la vista de todos. Mi alma se ha contagiado del negror del ambiente en cuyas podridas llanuras solo moran recuerdos de una vida pasada y aparentemente olvidada. Estos recuerdos me atacan, bailando como fantasmas solo para mis ojos. Unos fantasmas que solo yo (y nadie más que yo) conozco de veras.Aquellos que atesoran secretos que no soy capaz de confesar ni siquiera a mi propia persona.

 Esta noche los recuerdos me han despedazado con sus ponzoñosas garras. Palabras refrescadas por una memoria cruel que ahora resuenan huecas en mis tímpanos, lágrimas ajenas que besan el suelo por mis acciones, culpas, dolores, errores, pérdidas, oportunidades muertas... La mercancía de la perdición en oferta. Tras mucho meditar conmigo mismo, me someto a inquisición propia. Me paso factura por así decirlo. Lo cierto es que me ha costado cara la broma y ahora bailo solo al son de una macabra melodía cuyas campanas dejarán de tañir cuando mi conciencia lo considere oportuno. Esa conciencia sádica e insaciable que se mofa de mis lamentos. Después de todo cuanto he visto y he vivido, no cabe sino preguntarme si el camino que he elegido cada día de mi vida ha sido el correcto. Solo cabe preguntarse sino seré yo el que está cabeza abajo. Llevo años criticando la actitud de otras personas, la visión de otras vidas y siempre me gustó esa estampa de jinete solitario que la gente me había colgado. Pero tras años de lucha infructuosa y de golpes sin retribución ninguna hay que considerar que es hora de envainar la espada y colgar el yelmo en el cabecero de la cama. Tal vez así dormiría más tranquilo de lo que hoy duermo.

Es aterrador el poder de la solitud de una estancia en la que solo cuentas con tu mente. Consigue que todos tus pensamientos y elucubraciones cobren un sentido que puede no existir. Pero la luz llega. Iluminando los pequeños imperios de sombras que mis esquinas arrojan. Quiero pensar que la luz llegará también a mi corazón por la mañana y que todo será de otro color pues pocas veces en mi vida me he sentido tan solo ni tan derruido como en esta anodina y dolorosa noche.

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Ningún corazón es valioso hasta que alguien que ama lo hace latir al igual que ninguna espada es peligrosa hasta que alguien que odia la blande

V

Continuará...

Damos y caballeras. Aquellos que sigan las andaduras del Golfo sabrán de mi debilidad por Arturo Pérez-Reverte de cuya literaria teta he mamado en más de una ocasión. Quítate esa imagen de la cabeza y continúa leyendo. Este maestro dijo una gran verdad en una ocasión. En una entrevista le preguntaron que si prefería escribir novelas o los artículos de opinión del XL semanal. Él contestó que su preferencia residía en sus creaciones novelísticas pues era ahí donde desembarcaba todo su talento. "Escribir es dar a luz y parir cada semana crea inevitablemente algún que otro engendro"

Estoy de acuerdo con usted maestro. Últimamente mis musas están con una mano en cada huevo y no se dignan a visitarme. Es por ello que me excuso de una forma pueril y aún así sincera. Reconozco avergonzado y consciente de causa que mis creaciones han decrecido en calidad y frecuencia. Sin embargo, prefiero no atarme y decantarme por lo único de cada parto y no por su número. Recordemos con cariño mis obras preferidas como "El mejor amigo del hombre" "La espiral oscura" "La rosa roja" "No llores, princesa" "Aquí estás y aquí permanecerás" y otros muchos. Ya son 84 entradas con esta y no todas fueron buenas pero todas entrañan un esfuerzo y una dedicación que pocos se afanan en imaginar cuando exigen artículos nuevos y diarios desde la comodidad de su ordenador.

Esto no es una despedida querido lector. Es un receso que me tomo para retomar energías perdidas ralentizando mi ritmo de trabajo durante un corto período de tiempo. Nada temas pues el Golfo seguirá hablando de sangre, lágrimas y dolor durante muchos años.

Vicente Balaguer Esteve

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Oportunidades únicas fugaces como una estrella que nunca volverán.
Consecuencias cotidianas perennes como el tiempo que nunca desaparecerán.

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A una necia se le compra con cualquier prenda, a una reina con joyas, pero a una dama no se le puede comprar de ninguna de las maneras.

V

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No odies tu cuerpo pues no te aman por ser bella. Sino que eres bella porque te aman.

Y el mundo sigue girando...

La primavera llega, cubriendo los pastos de flor y color. Haciendo las delicias de los enamorados que se refocilan en su amor entre campos dorados e idílicos de maíz. La luz arde sin quemar. Solo lo justo para ver como lucen todas y cada una de las virtudes de la felicidad en principio eterna de la que gozamos. Pasan los días y, aunque criados entre algodones notamos el cambio y tememos perder todo cuanto hemos ganado con sudor y sangre.

El verano instaura su tórrido trono, dejándonos ver que lo poco gusta y lo mucho cansa. La primavera se desangra dejando paso a un imperio de calor, luz cegadora y pequeñas flores demasiado altas como para cogerlas. Solo cuando la primera hoja ocre acaricia el suelo comenzamos a preguntarnos la razón por la que no paladeamos como debimos el calor que se nos brindaba.

El otoño de un brochazo fugaz y cruel pinta el mundo de marrón haciendo de cada persona una isla. Guarecida tras ropajes de entretiempo temiendo la llegada de un invierno inexorable. Cada día el frío y lo gris es más poderoso e imposible de ignorar. Añoramos el calor natural. La calidez a la que no hacía falta llamar para que nos reconfortase cuando el viento soplaba con furia. Pero ese calor se fue. Se fue pues en el curso de la vida todo cuanto empieza acaba.

 Ahora se abre la veda del hielo y lo gélido. La nieve aplasta de forma letal y sin clemencia todas las flores que tanto habían tardado en crecer. El frío es tan intenso que el corazón se agarrota hasta que es fácil considerarlo muerto. Los huesos se paralizan, entumecidos por el helor de un invierno al que nadie invitó. Hasta las lágrimas que se deslizan por el rostro ante la pérdida de lo pasado se congelan a media mejilla pareciendo absurdas y humillantes. A pesar de ello nos habituamos a esos paisajes helados y solitarios en los que el mayor deseo de cada persona es volver a su casa sin atender a los problemas ajenos, sentarse frente a una chimenea y olvidarse del mundo. Conseguimos mimetizarnos con la actitud atroz del mundo invernal. Pero ¿Qué nace entre la nieve que se funde? La rosa que permanecía oculta bajo el hielo comienza a erguirse majestuosa pues ha llegado su momento. El sol se impone sobre las plomizas nubes. Acuchilla cada rincón de bruma que queda en la tierra y nos hace ver que, al igual que el bien, el mal también encuentra su final y que dudar de ello solo conduce al error.

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No te recordaré mi nombre sino me dejas hacerlo sobre tus labios.

El poder de una mirada

-Mátalo-gruñía como un disco rayado sin cesar-Mátalo de una puta vez.
Mi mano estaba firme. Mis piernas le iban a la zaga. Sin embargo el corazón me vibraba asincopado al temblor de mi conciencia. Sabía que las balas del peine de la pistola eran reales. Nada de fogueo. Solo muerte envasada en plomo. Al otro extremo del arma se encontraba un hombre mucho menos íntegro si cabe que yo. El desgraciado Jackie "hormiga" Delozzo. Sus ruegos habían sucumbido ante el llanto y tan solo se permitía articular unos inaudibles y patéticos balbuceos. Se había vendido a los federales violando de forma indigna el sagrado y ancestral código de la omertá. Los hombres de honor se supone que no hacen eso y el único castigo redentor es el de la muerte. Esa misma mañana Sparatza, el hombre que me conminaba a asesinar a un hombre en mi propia oreja, me había sacado a rastras de la cama. Si llego a saber que era un encargo tan sucio como aquel no me habría puesto el despertador.

Sparatza era un hombre complicado y enigmático. Al que solo el Don conocía de veras. De constitución obesa e insalubre. Nunca dudaba en torturar a quien se resistiera al código de la familia. Desde que entré en la organización dos años atrás nunca confió en mí. ¿Sería éste mi bautizo de fuego? Por lo que a mí respecta, su antipatía hacia mí solo era equiparable a la que yo le profesaba.  Solía abusar de las chicas del club valiéndose de la plena confianza del Don. Pero yo me pegaba a su repugnante trasero cuando tenía ocasión. El ambiente de la casa se estaba cargando de la inminencia de la muerte. Los gritos de Sparatza no ayudaban. Ahora el hormiga comenzaba a gritar también. Me giré hacia el capo quien había agarrado a la esposa de la víctima y amenazaba con matarla sino le daba una muerte instantánea al soplón. No obstante seguí dudando. No me podía permitir la muerte de la mujer, que lloraba y se retorcía ante los no tan disimulados sobeteos del italiano. Sus ojos  bañados en lágrimas me observaban apelando a mi instinto humano. Jamás llegaré a comprender la llama que prendió en mí esa mirada pero me giré, levanté la mirada hacia Sparatza y le disparé en la frente. El alarido de la mujer, el grito ahogado del hormiga, el cuerpo enorme y repugnante cayendo muerto sobre la moqueta y el casquillo impactando contra el linóleo. Todo lo demás era silencio. El silencio de una parca que venía a por la carnaza que se le prometió en un principio.

La mujer abrazó entre sollozos a su marido a pesar del charco de orín que se había formado a sus pies mientras éste me daba las gracias acariciando el cabello a su mujer. Jamás había visto a una persona suicidarse unos días antes de su muerte. Pero aún así era lo que yo había conseguido. Respecto al hormiga, sé que su cuerpo estará flotando en la bahía al amanecer a pesar de mi intercesión. Pero al menos le he salvado de Sparatza, así como a sus futuras víctimas. En cuanto a mí, he sacrificado dos años de infiltración e investigación policial por no ser yo el que mate a un inocente. El comisario no va a estar contento con el resultado.

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El amor es parecido al odio. Para sentirlo sinceramente hace falta encontrar a la persona adecuada

Gabinete de novedad 2

Tras unos días en los que las musas no se han dignado a hacerme una maldita visita, inauguro una nueva sección: "El fin de los días" en el que relataré las peripecias de un joven estudiante de periodismo lleno de miedo y sus denodados esfuerzos por sobrevivir a una apocalipsis vírico en el que todo parece retorcido, lleno de mentiras y muerte. Espero que te guste y sino, tranquilos, a mí me gustará escribirlo por los dos.

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Dicen que el amor es para quien no sabe follar. Yo digo que la promiscuidad es para quien no sabe amar y eso es mucho más triste

microparida 4

Soy un esclavo de la fama que otros me han creado

El poder de lo absurdo

Desde los orígenes, el hombre se ha desvivido por desencriptar todos y cada uno de los interrogantes que la naturaleza nos coloca ante la cara. La actitud contumaz del ser humano le ha llevado a callejones sin salida de forma constante. Es por ello que cuando llega al borde del precipicio no es capaz de asumir sus propios límites. Para salvar este escollo se inventan mitos, deidades, leyendas y demás cuentos de viejas. Actuamos como niños. Montando un puzzle demasiado grande para nuestro intelecto con pletórica expresión. Sin embargo, cuando somos incapaces de terminarlo desbaratamos las piezas y nos dedicamos a otra cosa. Es lo que ocurre actualmente con toda pregunta carente de respuesta. Nos inventamos la contestación a fin de no reconocer nuestra estupidez. Dónde quedaría entonces la ponderada evolución de la psique humana ¿verdad?

Cuando las precipitaciones eran escasas, en tiempos medievales, se tenía por costumbre sacrificar animales a fin de aplacar a un Dios vengativo y asolador. Ahora que sabemos las causas de una escasa lluvia o de unas temperaturas elevadas Dios pierde corporeidad. Todo cuanto nos contaron siglos atrás se nos antoja una cortina de humo. Y ahora la iglesia se pregunta que pasa. No me hagan reír. No obstante no solo lo inalcanzable a nivel intelectual sufre ataques frontales cuando la mentalidad madura. Cuando apareció la gripe porcina todo el mundo comenzó a tirarse piedras a la cabeza culpando a los gobiernos con argumentos conspiranoicos pues somos incapaces de derrocar nuestro propio orgullo y gritar bien alto que no conocemos la respuesta.

El ser humano continuará abogando por lo absurdo antes que dejar de correr por un camino demasiado escarpado. Solo cuando llegue a la cima tras múltiples caídas mirará atrás y se reirá de todas las estupideces que dijo e hizo mientras trepaba por una cuesta que le venía grande.

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Algún día los pacifistas se darán cuenta de que odiar a los que odian es la mayor de las hipocresías

No va más

Damos y caballeras, como habréis podido comprobar el Golfo ha tomado un giro inesperado en su carretera particular lanzándose a un camino de cabras. Bien. A día de hoy recibo peticiones de que vuelva a los artículos de opinión, que deje de un lado los relatos y las vivencias. Siempre he pensado que las malas palabras cuanto más rápido se digan menos falsas suenan así que ahí va. No voy a aceptar esas peticiones. No soy un DJ hortera lleno de tatuajes pinchando en un chiringuito de playa al que se le pueden pedir las canciones que más os gusten bailar.
Comencé el proyecto del Golfo como algo profesional y serio porque en esos momentos me apetecía hacerlo. Ahora la cosa ha cambiado y esto es lo que hay. Diseñé al Golfo como un altar a mi libertad de expresión y si alguien puede coartar esa libertad soy yo y no mi público por muy bueno que sea. Así que seguidores, me mantengo indemne. Me niego a cambiar mis preferencias para moverme al son de la opinión ajena. La puerta está abierta para quien no quiera volver a entrar.


Vicente Balaguer

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Las puertas cerradas solo existen para los débiles que no puedan abrirlas

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¿De qué me sirven tus lágrimas si cuando se secan las olvidas?